El Calupoh, también conocido como perro lobo mexicano, es una raza canina originaria de México. Se caracteriza por su gran tamaño y su apariencia similar a la de un lobo, lo que lo convierte en una raza imponente y majestuosa. Además, son perros muy leales, inteligentes y protectores, lo que los convierte en excelentes compañeros y guardianes. Su pelaje es denso y resistente, lo que les permite adaptarse a diferentes climas y terrenos. Son perros activos y enérgicos, por lo que requieren de ejercicio diario y una buena socialización desde cachorros. Sin duda, el Calupoh es una raza única y fascinante que cautiva a todos aquellos que tienen la oportunidad de conocerla.
Detalles del Calupoh o perro lobo mexicano
Caracter: Tímido, Muy fiel, Activo, Dócil
Características : Musculoso, Proporcionado, Orejas cortas
Clasificación FCI: Grupo I
Clima ideal: Frío
Esperanza de vida: 15-20
Entorno ideal: Niños, Pastor
Peso Medio: 25-45
Origen del perro Calupoh o perro lobo mexicano
El Calupoh o perro lobo mexicano emerge como un fascinante tesoro canino dentro del vasto patrimonio cultural de México. Esta raza, que imita la estampa y fortaleza de un lobo, encuentra sus raíces en la época prehispánica, cuando se cree que fue resultado de la mezcla entre perros indígenas y lobos de la región. A lo largo de los siglos, el Calupoh se ha mantenido en relativo anonimato, conservando no solo su aspecto característico sino también su adaptabilidad y resistencia. Redescubierto y reconocido oficialmente como raza en las últimas décadas, el Calupoh simboliza el vínculo histórico entre la naturaleza y las culturas originarias de México, destacando por su lealtad, inteligencia y capacidad de guarda, perpetuando así su legado.
Características del Calupoh o perro lobo mexicano
El Calupoh, conocido como perro lobo mexicano, se distingue por su gran tamaño y pelaje denso, ideal para diferentes climas. Su apariencia es semejante a la de un lobo, otorgándole una presencia majestuosa. Destacan por su inteligencia, lealtad y protección, cualidades que los hacen excelentes compañeros y guardianes. Son seres activos, necesitando ejercicio diario y socialización temprana para un desarrollo equilibrado. Su robustez y adaptabilidad les permiten desenvolverse en diversos entornos, reafirmando su versatilidad como raza. Su coexistencia con los humanos se caracteriza por un fuerte vínculo basado en el respeto mutuo y la comprensión.