es una raza de perro originaria de Italia, conocida por su imponente tamaño y su lealtad inquebrantable. Con una altura que puede alcanzar los 75 centímetros y un peso de hasta 70 kilogramos, este perro es una verdadera fuerza de la naturaleza. Su apariencia robusta y musculosa puede ser intimidante, pero detrás de su imponente figura se encuentra un compañero fiel y protector. El mastín napolitano es una raza ideal para aquellos que buscan un perro guardián y de compañía, ya que su instinto protector y su devoción por su familia lo convierten en un excelente guardián del hogar. Además, su temperamento tranquilo y equilibrado lo hace un excelente compañero para personas de todas las edades.
Detalles del Mastín napolitano o mastino napoletano
Caracter: Sociable, Muy fiel, Dominante
Características : Rústico, Musculoso
Clasificación FCI: Grupo II
Clima ideal: Temperado
Esperanza de vida: 8-10
Entorno ideal: Pisos, Senderismo, Vigilancia
Peso Medio: 45-100
Origen del perro Mastín napolitano o mastino napoletano
Descendiente directo de los antiguos molosos utilizados en la Roma imperial como perros de guerra y gladiadores, el Mastín napolitano o mastino napoletano tiene sus raíces profundamente ancladas en la historia italiana. Durante siglos, estos imponentes canes sirvieron fielmente como protectores de propiedades y ganado, una tradición que perdura hasta nuestros días. Su desarrollo como raza se centra en la región de Nápoles, donde se refinaron sus características para enfatizar su lealtad, fuerza y capacidad de protección. A lo largo del tiempo, este mastín se ha ganado el respeto y la admiración de los amantes de los perros por su imponente presencia física y su inquebrantable devoción como guardián del hogar.
Características del Mastín napolitano o mastino napoletano
El Mastín napolitano, o mastino napoletano, es un perro de impresionante corpulencia, alcanzando hasta 75 cm de altura y un peso de hasta 70 kg. Su aspecto musculoso y robusto, conjuntamente con una expresión digna y poderosa, refleja su herencia como protector. Esta raza se caracteriza por su lealtad inquebrantable y disposición protectora, lo cual los convierte en excelentes guardianes del hogar. A pesar de su tamaño intimidante, poseen un temperamento equilibrado y tranquilo, adaptándose bien a la convivencia familiar y demostrando ser compañeros fieles para personas de todas las edades. Su instinto protector no merma su capacidad de ser cariñosos y dedicados con quienes consideran su familia, consolidándose como una opción ejemplar para quienes buscan tanto seguridad como afecto.